Martes 6 de diciembre. Pinetell.
Tras una noche un tanto movidita por la perra, recogemos todo y nos vamos a hacer una pequeña ruta antes de volver a casa. Decidimos bajar a ver el río Brugent. La sierra no es tan espectacular como la de Montsant, pero recubre las laderas un denso bosque de pinos que huelen de maravilla! En el valle discurre el río Brugent, que a pesar de la enorme sequía que asola toda España, todavía conserva algo de agua. El sendero baja por un camino asfaltado, que se convierte en pista a la orilla del río y acaba siendo una pequeña senda que discurre de poza a poza en una zona de valle mucho más escarpada. Está muy bien preparado con cuerdas y puentes colgantes para favorecer el camino. Nos sorprenden la cantidad de casas y molinos que circundan el río en la zona más amplia del valle. Nos gusta el paseo que damos, que no es muy largo pero sí intenso entre subidas, bajadas y dificultad variada por los puentes y rocas… Al subir ya cogemos ruta a casa para parar a comer en Sariñena y llega